En esta entrada vamos a hablar de la película Whiplash.
Está claro que en Whiplash la preeminencia del docente sobre el alumnado está llevado al extremo, creando una relación completamente tóxica. Sería justo decir que sería a la versión distópica de una pedagogía tradicional.
Aún recuerdo la primera vez que vi esa película, fue al principio de mi primer año de carrera, en VOSE. Recuerdo mi sensación al terminar la película, como de falsa realidad. Por un lado me sentía identificada, pero por otro lo veía completamente irreal. A continuación os voy a explicar por qué a día de hoy se que esa película era un poco premonitoria:
Razones por las que sentirte identificado con Whiplash:
- Necesidad de complacer al profesor. En general es algo muy común en la carrera, la mayor parte de veces el alumno ve al profesor como una especie de ser divino al que adorar e intentar imitar, porque es la meta a la que aspira, llegar a ser como él. ¿Qué suele pasar? Normalmente el ego de los músicos es un tema a tratar en una consulta psicológica, pero por desgracia no va toda la gente que en realidad lo necesita, y esto hace que con tal de acrecentarlo el profesor se sobrepase en sus funciones, llegando a extremos cuanto menos éticamente cuestionables.
- La música lo es TODO. Es una falsa creencia que nos meten en la cabeza cuando llegamos a la carrera, si no desayunas música, comes música, cenas música y sólo piensas en música eres muy mal músico. Si no llegas a los objetivos previstos por el profesor en una clase, la culpa nunca será ni de su forma de dar los contenidos, ni de sus habilidades pedagógicas ni de nada que tenga que ver con ellos. En el mejor de los casos achacarán tu mala clase a que no has estudiado lo suficiente. Aunque hayas dedicado 10h diarias y hayas dejado de lado tu vida privada, siempre te dirán que deberías haberle dedicado más horas. En el peor de los casos te dirán literalmente que “eres una mierda y no tienes ni idea de tocar tu instrumento”. Incluso esta concepción se podía llegar a trasladar al terreno personal, empezabas a ver cómo tus amigos eran la mayor parte músicos y te distanciabas cada vez más de los que no lo eran. Incluso con tu pareja, si no era músico podías incluso terminar la relación por sentir que no te entendía (normal, estabas ya obsesionado) o que estando con un músico ibas a ser más feliz porque entendía la música como tú. Deja de haber hueco en tu vida para nada que no sea la música, y muchas veces tomas vías para desahogarte que no son las idóneas.
- Frustración por no llegar a los objetivos. Cuando repetidamente te dicen que no es suficiente pero no te dan las herramientas para cambiar lo que haces mal, entras en un bucle de frustración y derrotismo que lo único que provoca es que tu rendimiento decaiga aún más y que te creas de verdad que no vales para ello.
- Competitividad tóxica entre compañeros. Ya he hablado de esto en mi post del ranking, pero la carrera de interpretación es muy competitiva, hasta el punto de llegar a alegrarte de los fracasos de tus compañeros aunque a ti no te beneficien en nada, aunque la mayor parte de veces si te suelen beneficiar. He conocido casos que no creeríais, algunos han llegado incluso al sabotaje.
- Desaparición de la autoestima. Cuando te están maltratando psicológicamente, e incluso en ocasiones físicamente, durante un periodo prolongado de tiempo tu autoestima desaparece, hay gente que tarda más en perderla, pero si en general eres una persona insegura, lo más probable es que te machaquen desde el minuto 0.
Razones por las que Whiplash no es bien:
- Lleva al límite la obsesión. Es cierto que nos obsesionamos con la carrera, pero hay limites que no se cruzan, o al menos no tan visualmente como en la película. No creo que nadie aguantase tanto esa presión y esos abusos, mucho antes lo hubiese dejado. En cuanto al dolor físico, es verdad que en el mundo de la música las lesiones están muy mal vistas y por eso se esconden, a pesar de ser contraproducente porque las agrava. Pero creo que si en algún momento te pusieras a sangrar, a menos que fuese en mitad de un recital, pararías y no seguirías haciéndote daño.
- El maltrato psicológico no te hace mejorar como músico. Tristemente es algo que sí utilizan los profesores en la realidad, pero no es cierto que dé resultado. Al contrario, como he dicho antes provoca que te frustres y en muchos casos que abandones.
- Si dejas la música has fracasado. Muchas veces nos absorben la cabeza diciéndonos que la única opción valida es ser interprete y tener una carrera musical, cuando la vida es mucho más que música, aunque para los músicos no se pueda concebir sin ella. Existen maneras de seguir haciendo tu vida vinculado a la música pero no necesariamente siendo un instrumentista determinante en la historia de la música, existen muchas vías para la felicidad. También muchas veces se cree que si dejas la música es porque no eres lo suficientemente fuerte y la música es algo muy demandante, pero se confunde sacrificio con maltrato.
Entiendo que no todo el mundo ha tenido la misma experiencia y que muchas veces depende del centro de estudios, pero esto que relato no es una realidad únicamente personal, si no de muchas personas de mi entorno a las que quiero y que, como yo, al terminar la carrera se tuvieron que ir derechitos al psicólogo para curar todas las heridas que nos habían creado.
Espero que os haya gustado y que veáis la película porque la banda sonora, la fotografía y la actuación son geniales. 🥰
Nos vemos en la próxima entrada 😘
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